jueves, 13 de agosto de 2015



Mi agenda está sembrada de nombres y de números,
A los que en este mundo nunca voy a llamar.
Y aunque el verlos me nubla la mirada los dejo
Tal cual los grabe un día; no los puedo borrar.
Nombres, almas y voces a los que quise y quiero;
Semillas de cariño, devoción y amistad;
Sin crespones de luto porque en mí no están muertos,
Aunque ya no me llaman ni los llamo; yo espero.
¡Lástima que no haya cobertura en el Cielo!

No hay comentarios:

Publicar un comentario