martes, 20 de septiembre de 2011

DETRAS DE LOS LIBROS












Detrás de los libros, yo.
Siempre detrás de los libros.
Toneladas de palabras,
Y centenares de amigos,
-De los que nunca te fallan,
Ni los muertos ni los vivos-
Acuden de todas partes
Para reunirse conmigo.
¿Concierta el azar la cita?
¿Me eligen o los elijo?
¿Les doy vida o me la dan?
¿Soy suyo o son ellos míos?
Hombre y árbol que se funden
En el milagro del libro.
Madera que habla al conjuro
Del lenguaje, a los sentidos.
Tinta y sangre entremezclados
En un abrazo de siglos.
Detrás de los libros, yo.
Siempre detrás de los libros.


lunes, 19 de septiembre de 2011

PALABRAS










Palabras, tiernas, duras, como flores o dardos.
Elixir y veneno, vida y muerte… palabras.
Luz y sombra, simientes, cosecha del mañana.
En la memoria, silenciosas duermen.
¿Qué sueñan las palabras?
Notas, trazos, color, tinta o sonido,
Tejen, labran, divagan, cincelan, puntualizan.
Vuelan, se arrastras, fluyen
De manantiales viejos.
Allanan y entorpecen los caminos del Hombre.
Nos salvan y condenan.
Se nos juzga por ellas.
Palabras:
Nadie olvide que al principio fue el Verbo.




sábado, 10 de septiembre de 2011

ESBOZO DE UN ADIOS














Da igual quien seas o como seas,
 La vida, te lleva al mismo punto. No valora
Tus méritos, no entiende de fortuna o talento,
Es precisa y se rige por parámetros ciertos.
Todo el que nace muere; lo demás son anécdotas.
Un día los recuerdos nos sirven de mortaja,
Para nada nos salva lo vivido o sentido.
Sólo somos deudores que han de saldar su deuda,
Y esa deuda no es otra que ser y haber nacido.
Cuando llegue el momento de abandonar los sueños,
Y las alas del alma se apresten para el vuelo,
Despiertos nos iremos por el mismo camino,
Sin ninguna respuesta, solitarios y huérfanos.



viernes, 9 de septiembre de 2011

jueves, 8 de septiembre de 2011

HAIKU 5











AUNQUE NIEVES PERPETUAS
CORONEN EL VOLCAN
SU CORAZÓN ES DE FUEGO.

DE NUEVO EL OTOÑO














Ahora que otras pisadas borraron nuestras huellas.
Que se apagan las luces que encendieron tus ojos.
Cuando mi última lágrima se seca entre los versos
Que escribo cada noche, para luego romperlos,
Porque a la luz del día agonizan los sueños.
El perfume de azahar que envuelve a la nostalgia,
En una blanca nube que me sirve de almohada,
Comienza a disiparse entre tantos recuerdos,
Y Chopin, al que nunca escucharemos juntos,
-Es tan escaso el tiempo para los que se aman-
Va tejiendo con notas que me alfombran el alma,
Esa otoñal tristeza, bajo la que aún dormita la esperanza.