lunes, 11 de abril de 2011

DUDAS








Vamos a hablar en serio,
Señor, no te conozco.
Pero lo que me importa
Es si Tú me conoces;
Porque son tantos años
Los que llevo dudando,
Que ya no estoy seguro
Ni de mis propias dudas.

En ocasiones siento
Como si te acercaras,
Percibo tu presencia
En las cosas sencillas,
En esa flor que nace
Al borde del asfalto,
En las gotas de lluvia,
En la risa rebelde
Del niño que regresa
Alegre de la escuela.

Te juro que quisiera
No hacerme más preguntas.
No pensar en la angustia
De la madre africana
Que ve morir sus hijos
Cegados por el hambre.
No recordar el napalm,
Ni los hongos ardientes.
Olvidar la tortura,
las mujeres violadas.

Pero me diste ojos,
Oídos y conciencia
-Si debo dar por cierto,
Señor, que me creaste-,
De modo que no entiendo
La bondad que predicas.
Permites a los lobos
Devorar tu rebaño.
No te imploro milagros,
Pero exijo justicia.
Si no está de tu mano
Salvar al inocente,
Al menos, no nos dejes
caer en la mentira.

No te entiendo Señor,
Y no concibo que sea tu voluntad
La que nos hacen
Cumplir a sangre y fuego.
No me perdones pues
Mi irreverencia,
Como no te perdono
Que me ignores,
Negándome la paz
Que ellos me quitan.



1 comentario:

  1. Insondeables acontecimientos, que se entiendan solo en la dualidad de la vida. Sin sentido, sin explicación aparente.
    Gran poema, con la desesperación de no entender

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