domingo, 10 de abril de 2011

NOCTURNO


  














A Luz del Carmen Castro


Quién sabe cuántas veces habré visto esa estrella,
Y hasta está noche nunca la sentí como ahora,
Tan próxima y brillante que al extender mi mano
Sin temor a quemarme casi podría tocarla.
Puedo entender las voces de olor de los jazmines,
Y el lamento del agua sobre la oscura roca.
Y oír llorar al piano, mientras Chopin responde
Melancólico y triste, con un triste Nocturno,
Al conjuro de dedos blancos como palomas.
Siento las ilusiones de vírgenes dormidas
Volar como bandadas de azules mariposas.
Y el lánguido bostezo pálido y mortecino
De la luz, en los ojos de una vieja farola.
Esta noche si puedo, como no pude antes,
Adentrarme en el sueño sin quedarme dormido.
Y recorrer la senda alfombrada de plata
Persiguiendo a la luna como cuando era niño.



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