sábado, 14 de enero de 2012

COMO EL AGUA EN LOS RIOS













Todos se acaban yendo como el agua en los ríos,
Mientras sigo en la orilla soñando que regresan
Del proceloso mar al que se han ido.
Es posible que ellos también sientan lo mismo,
Y me vean alejarme mientras yo me despido.
Porque somos iguales pese a ser tan distintos,
Con razón o sin ella, hemos matado;
Por piedad o conveniencia, hemos mentido.
Ya que así son las cosas, ¿de qué vale quejarse?
Cuando me quemo, la culpa no es del fuego,
Ni es responsable el hielo de ser frío.

1 comentario:

  1. Gracias, Tomás. Aquí es más agradable la lectura que en Facebook aunque el contenido sea el mismo.

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