martes, 28 de febrero de 2012

LOS LATIDOS DEL TIEMPO












Metálicos bostezos de los relojes quejumbrosos de casa.
Las doradas saetas, que hieren y no matan, acribillan las horas.
Las esferas ocultan al indomable corazón del tiempo.
Escucho sus latidos, graves y acompasados, presintiendo
Que de un momento a otro, se parará ese músculo de acero,
Y no podré medir, como hasta ahora, lo que dura tu ausencia.
  

1 comentario:

  1. En este poema se siente el"Tic-Tac"de los relojes.Consegue marcar o tempo sem son,e as belas imagens como"Metálicos bostezos" ,"saetas doradas que hieren y no matan",se completan con un final bellisimo...Y NO PODRE MEDIR, COMO HASTA AHORA, LO QUE DURA TU AUSENCIA...
    Gracias, obrigada! ! desde Pernambuco,Brasil

    ResponderEliminar