martes, 1 de abril de 2014

DESPEDIDA











Patético acertijo, incumplida promesa, tiempo ajado,
Nunca supe venderme y ¿para qué mentirles?
De haberlo hecho no me habrían comprado.
¿Para qué me preguntan si apenas me conozco,
 y no tengo argumentos para explicar mi vida?
¿Cómo voy explicarles las razones que a veces
Me hacen desapacible y me llevan tan lejos?
¿Acaso sabe el aire por qué se torna viento?
Desde que pienso y siento, con razón o si ella,
Si en mí hubo algo valioso lo malgaste en batallas
De antemano perdidas. Ya no me quedan fuerzas
Para empezar de nuevo, sólo este gris cansancio
Que a modo de sudario me viste la conciencia,
Y la amarga certeza de derrochar el tiempo
En una innecesaria y larga despedida.
El sol cuando se pone se nos muestra más grande
Justo cuando las sombras le ganan la partida:
Soy el adiós de alguien que nunca llegó a ser.


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