miércoles, 11 de diciembre de 2013

ANIVERSARIO











Al darme la noticia, yo no quise creerte.
Esa oscura palabra que olía a medicinas 
Rancias e ineficaces, 
Me recordó a una araña devorando a su presa. 
Y la presa eras tú; 
Y como siempre, Dios, de vacaciones;  
Y tampoco mi amor podía salvarte.
Recuerdo que te dije:
No me pongas la muerte como excusa
Para dejarme solo. 
Después nos ventilamos tres litros de ginebra.
- ¿Qué amarga más, el llanto o la quinina? - 
Te vi serena, y me sentí cobarde, 
Porque al saber lo pronto que te irías
No quise hacer contigo el equipaje.
En cambio tú, sabiendo que la vida
Te dejaba sin fuerzas y sin aíre, 
Malgastaste tus noches y tus días, 
Para que yo aprendiera a recordarte.   

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