Harta ya de seguirme
Me abandonó mi sombra.
El silencio que siempre
Me otorgó sus favores,
Huye despavorido
Si intento recitarle
Mi último fracaso.
Y el mendigo de guardia
Permanente en la esquina,
Ya no me pide nada.
Cansadas de alumbrarme,
Desangran las farolas
Sus luces sobre el agua.
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