La muerte nos depara
Terribles decepciones;
¿Sabes? ¡Cómo me duele
No haberte conocido!
Porque la fuente enseña
A conocer el río.
Pero sé que me escuchas
Allá donde ahora sueñas
Lo que llamamos vida,
Y entiendes estos versos
Que me brotan del alma;
Tú me has dado la vida
Sin haberme parido.
Mientras puedan mis ojos
Ver la luz, te prometo,
Quererla hasta la muerte...
No hay comentarios:
Publicar un comentario