Sin ser mujer
Fui la amante de un hombre.
Y junto a Adán,
Como su compañera,
Reiné sobre las bestias.
Aquel tosco muñeco
Hecho de barro
No supo enamorarme.
La Humanidad nació
De ese fracaso.
Al poco tiempo
Pude ver a Eva,
Frágil mortal,
Confusa y asustada.
Y oí a su compañero
Zaherirla con reproches,
Después de que Yavé
Los expulsara
De su idílico Edén.
¡Cuánto dolor y muerte
desde entonces!
Yo, Lilith
Eterna como el cielo
Al que en vano clamáis,
Temida y calumniada,
Sigo aquí entre vosotros.
Pude ser vuestra madre,
Mas… ¡Quién sabe
Si lo seré algún día!
Lilith una posibilidad de reconciliarnos con nuestras dos partes humanas
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