Mientras late en el vientre de la noche,
Ansioso por nacer, el nuevo día,
Miro a lo alto y veo cómo me miran
Los infinitos ojos del silencio.
¿Estará Dios detrás de esas miradas?
Cansado el cuerpo y despejada el alma,
Lo busco no para pedirle nada,
Sino para seguir andando solo.
Sino para seguir andando solo.
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