Uno muere cien veces y no aprende.
Atraviesa desiertos, pedregales,
Sufre huracanes, surca entre galernas
El tenebroso mar, pero no aprende.
Patética Ave Fénix que se quema
En la voraz hoguera del engaño,
Y renace a otra vida que cree nueva,
Sin entender que lo que no se aprende
Se vuelve a repetir , y la cadena
Del dolor, el fracaso y la tristeza,
Que con cada eslabón gana más peso,
La seguirá arrastrando hasta que aprenda.
Hay tropiezos por costumbre, por despiste, por amor, este último es el que más duele y del que nunca aprendemos...seguimos engordando la cadena. Besos
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