¿Decir amé lo justifica todo?
No, mientras el bancal de la esperanza
Permanezca sin flores.
¿De qué sirve sembrar si nada brota?
Este sol otoñal plomizo y tibio,
Que despide a las hojas en su vuelo final,
No es el de antaño,
Cuando las ilusiones presagiaban,
Un futuro mejor.
Pero tras la muralla del invierno,
Que lento e inexorable se aproxima,
Habrá otra primavera,
Y no sabemos si será la última.
Da igual, mientras podamos
Renacer cada día
En las pupilas de la que nos ama,
No todo está perdido.
Si se siembra, hay que abonar y regar, si se prende el fuego, hay que mantenerlo encendido, para que siempre haya brasas que calienten el alma. Querer es fácil... amar es complicado.
ResponderEliminarBesos