Cuesta aceptar que no me abrirás nunca
La puerta como antaño;
Que ya no estás pendiente de mis pasos,
Ni aguardas mi regreso.
Tampoco yo me acerco hasta la calle
En la que ayer estaba el paraíso.
En la que ayer estaba el paraíso.
Supongo que habrá que pasar página y guardar los buenos recuerdos en la cajita que palpita. Besos
ResponderEliminarEncontré tu blog por casualidad pero tu poesía me ha encantado, un saludo desde Brasil.
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