Con razón o sin ella, cada noche te busco,
Cada noche te pienso.
Mi corazón abreva en tu recuerdo
Y no se arriesga
A no encontrarte en el albur de un sueño.
Uno no sabe nunca en qué parada
Se tendrá que bajar.
Si percibo que el tren va más despacio
Y oigo chirriar de frenos,
Me anticipo al destino y siempre vuelvo
A recordar tus ojos.
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