Este humilde aprendiz de ser humano;
Este infeliz gusano
Que quizá nunca llegue a mariposa,
Tuvo la suerte de admirar las rosas,
Y de tener algunas en sus manos.
Las disfrutó y amó cuanto se pueden
Amar y disfrutar las cosas bellas.
Soñó a su lado bajo las estrellas,
Y se fue desangrando en las heridas
Que sus altivos tallos le infringieron,
Sin renegar jamás de sus espinas.
Cuando uno ama, lo hace con todas las consecuencias.
ResponderEliminarBellisimo!
Gracias. Así es, porque no hay otro modo de amar. Un abrazo.
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