Lo que nos queda: Apenas
unas palabras huecas y vacías,
que quizá ayer significaron algo.
Ser o no ser, o fingir haber sido
para llenar las noches, las ausencias,
de lo que para siempre hemos perdido.
¡Cuánta sarta de engaños y mentiras
debemos arrastrar mientras andamos
a ciegas por inhóspitos caminos!
Cuando no conjugamos los verbos en presente;
cuando hasta la tristeza nos rechaza,
el corazón, cansado de encogerse
y de servir de blanco a tantos dardos,
se resigna a oír hablar de biología.
El corazón se cansa, pero solo en momentos, se reconforta y vuelve a palpitar con ímpetu..bello poema
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