Soy mis contradicciones,
Y la leve sonrisa que envejece conmigo.
A las seis de la tarde,
Mientras las golondrinas
Bordan de negro el aíre,
Voy recorriendo el pueblo,
Solitario y tranquilo.
Hasta aquí no me siguen
Los tímidos fantasmas
De mis noches en vela.
Y estos gorriones tristes
Que picotean mi sombra,
Desconocen mis penas.
En esta aldea los muertos
Superan a los vivos;
Los unos y los otros
Me dan las buenas tardes.
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