te la dirán un día,
cuando el fragor de voces
que ensucian el silencio,
no te permita oírla.
La mujer de tus sueños,
te hallará distraído
cuando pase a tu lado,
y volverá a la anónima marea
de la que ya quizá
no saldrá nunca.
La imagen o la escena irrepetible
te llegará de pronto a la retina
como un fugaz relámpago,
para que te maldigas a ti mismo
por haberte olvidado
la cámara en tu casa o en la oficina.
¿Lo importante y crucial
siempre te llega tarde
o en mal momento?
Consuélate: la muerte
llega justo a su hora,
y no se irá sin ti.
Me ha gustado mucho el poema. Mantiene la intensidad hasta el final, con versos muy hermosos. Me han parecido especialmente bellas y sugerentes las dos primeras estrofas.
ResponderEliminarLo mejor, casi siempre es inesperado.
ResponderEliminarPrecioso poema con un final contundente y real.
No me esperaba ese final tan abrupto e impactante. E, incluso en una segunda lectura, he vuelto a sentir lo mismo, muy en la línea de lo que dice Beatriz. Lo que sí he notado ha sido una ausencia desconcertante de ritmo interior en los cinco primeros versos, para la que supongo que no hay otra razón que no sea la voluntad de quien lo escribe. No soy nadie para felicitar a nadie, pero esta vez quiero hacerlo con toda seguridad.
ResponderEliminarQue hermoso y que triste darse cuenta tarde, de que hemos rozado con la punta de los labios la felicidad y se nos escapó lo mismo que un suspiro.El destino quizás o nuestra poca disposición, poco importa ya cual fue la razón ,A esa otra cita llegamos todos puntualmente, porque la hora no la fijamos nosotros y el lugar de encuentro tampoco es ella y solo ella ,quien maneja las manecillas de nuestro reloj y decide cuando ha de pararse.Gracias por compartir tan bellas letras
ResponderEliminar