SIEMPRE

Aunque tú no me leas, yo seguiré escribiendo.

Aunque tú no me aportes ya más vida continuaré viviendo.

Aunque me hayas negado tus sonrisas seguiré sonriendo.

Aunque tu amor por mi lo hagas cenizas lo seguiré sintiendo.

DISTANCIA

El circulo se cierra, y en su espiral maldita

El desamor se lleva de nuevo la esperanza.

Alguien debió decirle “no toques su dolor”,

Y ella obediente a lo que nos condena,

Lejos de rebelarse le hizo caso.

Ahora que el río está a punto de secarse,

Que la distancia es tanta que el olvido

Para borrarme no precisa esfuerzos.

Vuelvo atrás la mirada, y borro, por si acaso,

Mis huellas en la arena de la desolación

Para que no me siga los pasos la tristeza.

NO SÉ

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No sé si es el domingo,

Que me tiñe de rojo el calendario,

O el sol que a los noctámbulos

Nos hiere las pupilas y se empeña

En hacernos salir de la guarida.

O quizá sea la vida,

La que no se resigna a que pasemos

Por ella taciturnos, sin apenas rozarla.

No sé si es esa voz grave del cello

Que me clava sus notas en el alma.

No sé si es la nostalgia que regresa,

Frágil como las alas de tu primer “te quiero”.

No sé si son las Horas que me miran

Desde el fondo de todos los relojes,

Con su fría indiferencia de damas agraviadas,

Y me reprochan quedo que no sepa llenarlas.

No sé si es el recuerdo de algún amor perdido,

O la muerte que observa mis últimas jornadas.

No sé, ni estoy seguro de que quiera saberlo,

Pero me está doliendo y no puedo hacer nada.

SUEÑA EL MAR

Sueña el mar, sueñan mis ojos,

Con imposibles regresos,

Sueña el mar, y en su embeleso

De espuma blanca y coral,

De algas y de caracolas

A la luz de la farolas

Que camina sobre el agua,

Me va adormeciendo el alma,

Mientras su voz me reclama,

Y siento que en lo profundo

De su inmenso laberinto

Tendré un refugio mañana

Cuando cansado de andar

Me decida a regresar

Y recubierto de escamas

Recuerde este extraño sueño.

SE FUE EL HADA

En el bosque, un olivo, un limonero,

Dos lunas, una alondra, un ruiseñor y un búho,

Y una luz misteriosa que ilumina el sendero

Que recorren las Hadas al acabar el día.

Todos miran sus huellas impresas en el barro,

Todos sueñan despiertos su futuro regreso.

El horizonte arde, se agita, se desangra,

¿Será esa estrella? –el ruiseñor pregunta-,

llora la alondra mientra el búho sueña,

y las lunas esconden tras la nubes

su brillante tristeza.

Si volverá -repite el viejo búho-,

Ella es como el amor: siempre regresa.

YO TAMBIEN

Y yo también como la primavera

Quiero hacer que germinen en tu vientre

Mis últimas semillas.

Inundarte de luz porque despiertes,

Renovada en mis brazos día tras día.

Que seas mi compañera y mi alegría,

Mi alimento, mi paz y mi almohada,

Y mi postrer recuerdo cada día

Cuando abandono el mundo y me refugio

En el reino del sueño y la poesía.

En la fresca cascada de tu risa

Dónde empieza y acaba el arco iris,

Comparto el dulce beso que redime,

Refresca, reconforta  y enamora,

Justo cuando el reloj marca esa hora

Que llevamos grabada en la memoria.

TU IMAGEN DE ESPALDAS

Ver tu imagen de espaldas es ver como te alejas,

Pero mi corazón sabe que miente la imagen, y te acercas

Como se acerca el sol cada mañana a despertar las flores,

A envolver con su luz los altos nidos abrigados de hojas,

A trazar en la tierra las siluetas de los viejos caminos.

Ver tu imagen de espaldas es querer alcanzarte

Y andar sobre tus huellas para acercar mis labios a tu oído,

Por decirte en susurros esas cosas que he aprendido dormido,

Cuando sueño tenerte entre mis brazos, y en mitad de la noche siento frío.

Ver tu imagen de espaldas es anhelar febril el que regreses

Con tu presencia amada a llenar mi vacío,

A que tu ojos. se vuelvan a mirarme y devuelvan la visión a los míos.

A que estalle cual ola tu sonrisa contra mi soledad, y me bañe su espuma

Mientras te beso y río, porque el amor devuelve la alegría

Al viejo corazón como un juguete a la manos de un niño.

Ver tu imagen de espaldas y abrazarte para fundir tu cuerpo con el mío,

Y detener el tiempo en los relojes, mientras lo van marcando los latidos.

Sin decir lo que sabes y yo sé. Sin preguntas, sin ayer ni mañana,

Sin recuerdos, promesas, , ni condición alguna,

Con las únicas alas del presente para volar muy alto, tú, conmigo.

  

CUATRO VERSOS

Las caracolas como las estrellas

Sólo pueden hablarnos del pasado,

Tus ojos y los míos siempre hablan en presente.

Tu risa cada noche borra mi soledad.

GRACIAS

Mis palabras se visten de ternura

Para curar tu corazón herido,

Y con leves caricias del sonido

Del mar y el viento reparar tus alas.

Ayer volabas por los sentimientos,

Bella paloma triste, apasionada,

Que en mi vida eres sol de madrugada,

Amiga fiel, cómplice y confidente,

Que lo das todo y nunca pides nada.

Quiero besar tus labios y tu frente,

Con un beso de luz, porque las almas

Saben reconocer a sus iguales,

Y no entienden de pueblos ni distancias.

LA MAR

La mar no es un abismo sino un útero cálido,

Sensual y transparente revestido de azul,

En el que se ha gestado desde siempre la vida.

Por eso es que al mirarla dan ganas de adentrarse

En sus profundidades acuosas y salinas.

De penetrar sus aguas, de volverse semilla

En su fértil caverna revestida de espuma.

Con sus labios de ola me besó desde niño.

La siento cada noche en su lecho de arena,

Apasionada y tierna, susurrante y rendida

Como novia impaciente que generosa aguarda

Mi regreso a su orilla.

DESAYUNOS

Qué amargos saben hoy los desayunos.

Como el dolor que a diario me alimenta.

Sin aceite ni miel, sólo el pan crudo

De la desilusión, del desengaño.

De ese no es pero pudo haber sido,

que llevo como un clavo en la conciencia.

Y el té de nombre exótico y prohibido,

Que no puedo endulzar, y a sorbos trago,

Mientras me va tragando a mi el olvido.

ESTOY

Estoy crucificado en tu silencio,

Con las dudas clavadas en las manos,

El corazón herido, el alma en cueros.

Estoy con este amor que no se muere

Abriéndome el costado, una y mil veces.

Mas ya ni sale sangre, ni me quejo,

Ni me duele tu ausencia, ni blasfemo,

Y me resigno a esta segunda muerte,

Pues ya vivir sin ti me había matado.

LAS OLAS

Mira a las olas llegar desde muy lejos.                           Nunca sabrás de dónde vienen,

Ni por qué su destino es morir a tus pies.

Aunque son agua,

Hay algo en ellas que se queda en la orilla

Cuando el mar las recoge piadoso, y se las lleva.

Ese algo justifica su larga singladura,

Su devenir constante,

El rumbo que le trazan las estrellas.

No hagas preguntas vanas,

Disfruta y agradece sus caricias de espuma

Y regresa en silencio, como ellas, a tu casa.

VOLVER LOS OJOS

Busca en tu corazón,

Verás las rosas

Ocultas tras las brumas del presente,

Que inmarcesibles, siempre

Perfuman los amores
Que creías olvidados.

Mira hacia tu interior

Cuando las lágrimas,

Con su húmeda cortina,

Te nublen la visión.

Sumerge en lo recóndito tus ojos:

Allí están las repuestas.

Se fuerte y no te dejes

Vencer mientras te quede

Un gramo de esperanza.

Si no vives, recuerda;

Si te han tumbado, sueña.

Qué nada te acobarde.

Ya sabes, tras las nubes,

sigue brillando el sol.

RENACER

Cuando uno se empecina en ver las cosas

A través de las gafas del cariño

Y las lentes se rompen o se empañan

Se desorienta y llora como un niño

Vuelve a los laberintos de la infancia

Pero de ellos se sale renovado

Que es bueno ver la vida desde abajo

Tirar a la cuneta las certezas

Desempolvar las dudas

Limpiar de resquemores la conciencia

Y dejar de peinarse de espaldas al espejo

Porque la vida exige ser vivida

Porque el tiempo no tiene desperdicio

Ni se detiene nunca ni te espera

Y donde algo termina algo comienza

Que puede ser lo mismo de otro modo

Mi soledad está llena de presencias

Mi tristeza preñada de alegrías

Mi corazón igual que un viejo árbol

No renuncia a vivir la Primavera.